POLÍTICA INDUSTRIAL.
INICIA EL NEOSALINISMO SEXENAL.
Por: B. Manuel Villagómez Rodríguez.

Gana el imperio yanqui, se americaniza la Ley Laboral y están de luto millones de trabajadores mexicanos, luto ocasionado por Elba Esther Gordillo del PANAL, Beltrones del PRI y demás traidores laborales; esto tiene su origen en el neosalinismo económico que profesa EPN “presidente” electo, quien por cierto, ya felicitó a sus borregos junto con Calderón porque van a generar más empleos pero en E.U. ya que quien mangonea esta reforma es Carlos Salinas, persona -de la carcajada sexenal- por lo siguiente: antes de firmar el TLC el gobierno norteamericano, su Congreso, el FMI y grandes grupos de poder trasnacionales que representa la Heritage Fundation, en asociación con sus contrapartes, los grupos de poder económico mexicanos, obtuvieron de Carlos Salinas americanizar -igualar- 29 Leyes Federales y reformar el Art. 27 Constitucional, para que extranjeros puedan comprar ejidos completos y, en este desmantelamiento de la estructura legal e institucional mexicana, objetivo central del TLC, también quedó el petróleo mexicano como estratégico para el desarrollo de E.U. de acuerdo a la clausula 602, ahora entierran los derechos de los trabajadores como una acción complementaria del neoliberalismo que se inició desde que Salinas nombró a los coordinadores del PRI en el Senado y en la Cámara de Diputados.

En cuanto a la mano de obra en el TLC salinista, ignoraron los reclamos de los trabajadores, se privilegió el flujo de capital especulativo pero no el libre tránsito de trabajadores, quedando el TLC como “acuerdo” para el imperio yanqui y “tratado” para México, de esta manera el neoliberalismo ya americanizó igualando la Ley Laboral; salvo que se haga un movimiento entre trabajadores y patrones nacionalistas para revertir esta Ley; esta idea puede ser apoyada por la AFL-CIO la mayor agrupación sindical del imperio yanqui a quienes les afecta la mano de obra que regala México a las maquiladoras gringas.

Salinas después de firmar el TLC fue más lejos al firmar los acuerdos paralelos en vidrio, azúcar, productos cítricos; recordemos el entusiasmo que puso para idiotizarnos con el TLC, al contratar por 25 mdd a los abogados americanos para que cabildearan lo que ya tenía negociado, asunto que el Cardenal J. Jesús Posadas, advirtió, cuando dijo: “el TLC se está negociando a espaldas del pueblo y no se debe firmar si antes no se hace un referéndum” declaración que no le gustó a Salinas, como tampoco lo dicho por Colosio: “voy al cambio con responsabilidad”. Hoy queda demostrado en los 18 años del TLC que es un tratado de libre inversión, en donde se privilegia la “privacorrupción” que ha originado las presiones sociales en todos los ámbitos del país, vivimos una dislocación social muy crítica, desde que Zedillo aceptó la presión militar y bancaria del imperio para matar a integrantes del EZLN a cambio de los créditos en 1985, el comandante Marcos declaró que Zedillo pagaría los créditos con la sangre de los chapanecos.

Ahora todo es realidad, el TLC está ocasionando mucha sangre al pueblo mexicano y sumémosle los 60 mil muertos de Calderón; razones hay para frenar el salinismo carcajeante que ya inició con una mayor integración de la economía del país a la del imperio yanqui, porque la mano de obra barata es para mayor dependencia, mientras los salarios altos serían para mayor independencia y a desarrollar el mercado interno.

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