Por: B. Manuel Villagómez R.

El 27 de junio se terminan las campañas y el domingo 1 de julio estaremos votando la madre de todas las campañas, porque hay dos proyectos: uno que consiste en continuar igual y que el pueblo lo bautizó como “quítate tu para ponerme yo” que lo instituyó el PRIANATO y sus secuaces como el Verde, PANAL y en esta campaña se unen el PAN, PRD y MC para seguir igual y a esto se le llama el cambio “gato pardiano” porque todo sigue igual de peor. Ahora tenemos el Proyecto de Nación 2018-2024 que nos propone Andrés Manuel López Obrador con base en el Art. 39 de nuestra Carta Magna que, en su segunda parte dice: “Todo poder dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este, y es el pueblo quien tiene el inalienable derecho de cambiar o transformar la forma de su gobierno” a lo que Andrés Manuel le llama el “cambio verdadero”. Estas elecciones se dan en el peor ambiente de inseguridad y corrupción por la ineficiencia nacionalista de Pela Nieto, porque su política anti-revolucionaria convirtió a la República Mexicana en un país de marchas, tomas de oficinas, protestas de campesinos, maestros, empresarios y estudiantes; con pobreza generalizada, desempleo, acumulación de la riqueza y paraíso de la criminalidad que en regiones del país ha superado al gobierno de Peña Nieto como lo reconoce la misma Iglesia. Ante este desastroso panorama, todavía existe el candidato oficial defendiendo el sexenio de Peña Nieto con todo entusiasmo como lo hace Meade, quien convoca al pueblo a votar para que todo siga como dice Peña Nieto, sin tomar en cuenta la enorme inconformidad del pueblo que ya llegó al supremo hartazgo, que sabe que lo malo es por mucho superior a lo mejor y cuenta mucho más. Por esta razón, el cambio del sistema económico tiene más que la propuesta neo-liberal para que todo siga igual como pide Peña Nieto por medio de su candidato. Poco vivirá quien no dure 12 días para ver el triunfo de Andrés Manuel López Obrador quien ha planteado durante su campaña todos y cada uno de los problemas que tenemos los mexicanos; niños, jóvenes y adultos desde que llegó, hace 35 años, el sistema neoliberal de libre mercado que nos impuso el PRIANATO desde Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Hoy estamos a 12 días de cambiarlo con el voto mayoritario, voto digno que es el que no se vende, no se coacciona, porque el que compra votos es un mercenario de la democracia que nulifica el poder del ciudadano que lo vende por vivir en pobreza extrema, este hecho lo digo porque soy candidato y me han ofertado ciudadanos comprar su voto, por eso reitero, esta es la madre de todas las campañas, pues el partido en el poder lo quiere conservar con votos comprados como pasó hace 6 años y hace tres en el Estado de México. Vamos a votar dentro de 12 días con madurez por el Proyecto de Nación que nos lleve al cambio de sistema económico, de calidad de vida, de un desarrollo sustentable para el bien de todos, frenemos la acumulación de la riqueza que nos llevó a esta grande inconformidad social porque vivimos una revolución espiritual que se manifiesta en las reuniones del hogar, del bar, del club, en los camiones, en las plazas públicas, a la salida de Misa, en las canchas deportivas, en los sindicatos; en las reuniones de ejidatarios, de empresarios, de los colegios de profesionistas de todas las actividades, en las sociedades de padres de familia y hasta en las reuniones de los clérigos del país.

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