Por: B. Manuel Villagómez R.
Sí al Lago de Chapala.
Shimon Peres Presidente de Israel, vino en 2013 a la F.I.L. de Guadalajara y, su gestor de negocios Natan Eshel ya le tenía preparado el contrato para la rehabilitación de los recursos acuíferos del país que se calificó como histórico por ser el más grande que ha firmado Mekorot National Water Company; esta empresa israelí se quedó con la OPD que opera el agua en Veracruz y, el gobierno de Israel informa que la compra de esta empresa y otras, es para obtener recursos que le ayuden a superar su déficit fiscal y se da la casualidad de que el Gobernador Javier Duarte anunció la semana pasada que vendió la empresa para tener dinero y cubrir su déficit fiscal, significa que, si para la empresa de Israel va a ser un buen negocio, no vemos la razón lógica del por qué para el gobernador de Veracruz es un fracaso, esta es una muestra de la enorme corrupción que nació con de la Madrid, siguió con Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Otra muestra es la 1ra. Licitación del petróleo en la cual, el cuñado de Carlos Salinas, Jerónimo Marcos Gerard, creó la empresa Sierra Oil & Gas, se la vende a BlackRock y con otros gana la licitación tramposa, crimen de lesa Patria para Cuauhtémoc Cárdenas, quedándose con 670 km2 del Golfo de México; todas están dentro de esa gran corrupción que instituyó Peña Nieto desde la gubernatura del Edo. de México. Si el Banco Mundial, Wall Street e Inglaterra reconocen que, el negocio del siglo es el agua y la están bursatilizando, a lo que se opone Canadá que es una súper potencia hidráulica en el planeta con el 7% de agua dulce a nivel mundial y tiene menos del 1% de población y que además, no está dispuesta a quitarle la sed a California y México pero, ya Stratfor esgrime la idea de que se puede re-direccionar el agua del sur (Chiapas) al noroeste de E.U. (AJR La Jornada). Los canadienses tienen una gran cultura a favor del agua, lo demuestran en cuidado y en su oposición a que se le de un valor antinatural mientras que, en nuestro país, en cada viaje presidencial el grito a los inversionistas es: México está en remate privatizador de agua, petróleo, gas, energía, economía, salud, educación, mano de obra, mar territorial, puertos, aeropuertos, tierra, minas e instrumentos financieros; todo se entrega por la vía de la hipercorrupción del hombre que llegó para no ejercer el poder y sí compartirlo con los poderes fácticos que ya actúan como gobierno en muchos rubros como el inmobiliario, agua y transporte. Temacapulín, Acasico y Palmarejo son comunidades hasta hoy, víctimas de la corrupción de los secuaces de Fox, Calderón y Peña Nieto traidores de Jalisco que han sido guiados por Cristóbal Jaime Jaquez, Ramírez Acuña, Luegue Tamargo, Emilio González, Korenfeld, su sustituto Roberto Ramírez y Jorge Aristóteles Sandoval, en Jalisco podemos presumir a Enrique Dau. A la corrupción, le agregamos la que se da en no acatar los Decretos, no respetar Leyes, amparos, acuerdos, estar mintiéndoles a las comunidades con declaraciones irreales, no darles la cara, no escucharlos y estar con los intereses de las empresas corruptas españolas como Abengoa, La Peninsular y la FCC Construcciones de Slim; todas en contra de las comunidades referidas y que actúan dentro de un marco de corrupción porque sus contratos se basan en el convenio de Emilio González de 2007 que fue anulado por la SCJN; luego entonces, sus contratos son nulos pero la CONAGUA y la CEA actúan como mozos de esas empresas apoyándolas, es la hipercorrupción en todo su esplendor.

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