PEÑA NIETO SIGUE EN CAMPAÑA.
Por: B. Manuel Villagómez Rodríguez.

El flamante Presidente Enrique Peña Nieto, tomo posesión presentándose como un candidato, porque tanto en su discurso inicial como con el pacto que firmó al día siguiente en el alcázar del Castillo de Chapultepec, presentó un programa de campaña política avalado por 3 partidos políticos. Estos 2 días hemos vivido días semejantes al del presidente Salinas por la similitud con el protagonismo de Salinas quien arrancó con un discurso en donde diseñó su decálogo que le sirvió de campaña durante 6 años.

En los 13 puntos del discurso y los 5 ejes del pacto, encontramos asuntos muy relevantes que constan en el Nuevo Proyecto de Nación de López Obrador como son: fin a los privilegios fiscales, reducir el sector informal de la economía, fortalecer las finanzas de Estados y Municipios, reformar la Ley de la Comisión Federal de Competencia para que pueda actuar en contra de los Monopolios, anular las elecciones cuando rebasen los topes de campaña, combatir la corrupción, establecer un sistema con más canales de televisión abierta, regular los precios de esta industria y hacerla más democrática, establecer un sistema para bajar la pobreza haciendo alianzas con todos los sectores dándole prioridad al campo.
Si comparamos el gabinete que propuso López Obrador con el de Peña Nieto, salvo en el caso de seguridad Pública que quedó Manuel Mondragón, encontramos lagunas porque no hay titulares en la Secretaría de Cultura ni en Ciencia y Tecnología; el análisis político de este “cambio” de poderes, es perentorio para resumirlo pero si podemos rescatar que, en todo lo expresado tanto por el Ejecutivo como por los titulares de las diferentes Secretarías, Senadores, Diputados y líderes empresariales, ha estado completamente ausente las referencias al TLC, que es la causa de la situación económica y de miseria que vive una gran parte de los mexicanos y que la CONEVAL informa que son 27 millones en extrema pobreza; la propuesta de que en 60 días exista un programa para terminar con el hambre de los mexicanos, es un monumento a la demagogia además de ser antirrevolucionario, porque las acciones de la Iglesia a través del Banco Diocesano de Cáritas y de otras organizaciones que tienen qué ver con el hambre, ahora las quiere asumir el estado laico porque el tono en que nos está pidiendo a todos los mexicanos que mandemos alimentos, ropa y dinero significa que Peña nos está hablando como si estuviera observando un enorme terremoto, un tsunami, una desgracia en salud o bien está consciente de la desgracia económica en la que está tomando la Presidencia, en todo caso, aquí hay una contradicción en las alabanzas que le dio a Calderón y esto nos lleva a advertir que no habrá ningún cambio a pesar de toda la referencia que hace en los temas a tratar y reitero, incluyendo los de López Obrador.

Peña debe estar consciente de que si tuvimos al ex gobernador del Edo. de México y a López Obrador 6 años en campaña, fue tiempo suficiente para escuchar absolutamente todos los problemas habidos y por haber, que no hay tiempo de hablar, es tiempo de actuar, de pensar más en el pueblo que en los intereses del extranjero y de no seguir permitiendo la acumulación de la riqueza por encima de la pobreza extrema.

México requiere de un cambio verdadero, no más simulaciones, no más actos de protagonismo, no más demagogia, respetar a la juventud que protesta, decir la verdad de lo qué pasó con Francisco Kuy Kendall y demás jóvenes heridos en la toma de protesta, de los 27 detenidos en Jalisco y 7 desaparecidos. Los asesores que Salinas le ha puesto a Peña desde que era gobernador hasta que llegó a la Presidencia, deben de estar conscientes de que la situación que vivimos ya no permite seguir jugando a la demagogia.

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