Por: B. Manuel Villagómez R.

Reconozco al ejecutivo del estado el haber iniciado la entrega de 1,894 permisos a mis amigos los taxistas luchadores de la tercera edad. En el Tratado Trilateral de Libre Comercio, Salinas dejó en el anexo 300-A que a partir de 2009 las empresas de E.U. pueden invertir y dar el servicio del transporte urbano, por esta razón llegó UBER, empresa que sin invertir, domiciliada en San Francisco, Cal. y con un capital de 51 mdd inicia el negocio de saliva, porque convenció a inversionistas tapatíos de comprar coches nuevos, con un registro en la SHCP y una plataforma para que el pasajero le llame y lo recojan en donde el indique y empiezan a operar sin cumplir ni leyes, ni reglamentos del estado. Esta situación irregular, fue denunciada por los taxistas al violarse sus derechos de generaciones, el debate llega al ejecutivo, interviene el Congreso, la prensa publica las propuestas del ejecutivo y del Congreso, se llama al director de UBER, George Gordon y declara tajante que “sus puntos no son negociables”, con esta declaración se le tenía que haber catalogado a este señor “persona non grata” igual que a UBER pero había que cumplir el TLC de Salinas; recuerdo la declaración del líder Alfredo Barba, expresando que estaba de acuerdo con la llegada de esta empresa, porque teníamos que modernizarnos, de esta manera, estaba satanizando a quienes tenía qué defender que es el gremio de los dueños de taxis y a sus trabajadores. Hoy son 13,969 taxis, casi 20,000 trabajadores que carecen de todas las prestaciones sociales de ley y el gobernador nos informa que hay 26 mil vehículos más de las empresas de redes, así tendríamos 46 mil trabajadores sin prestaciones de ley, tarea pendiente para la STPS, el IMSS e INFONAVIT. El 12 de enero, el Sr. gobernador Jorge Aristóteles Sandoval declaró que “se buscará generar un piso parejo para todos los taxistas, ya que la unidades que ofrecen el servicio mediante la plataforma, tienen más ventajas” esto demuestra que George Gordon tuvo má$ capacidad de negociación ante el Congreso y ante el ejecutivo del estado, ¿por qué se permite esa desigualdad ignominiosa, por qué un taxi amarillo puede llevar pasaje al aeropuerto y no puede recoger como el de UBER? creo que ha llegado el momento de que el Congreso de Estado retome el tema en base a las declaraciones del gobernador de “piso parejo” dialogando con los dueños de los taxis y sus trabajadores, para que con la instancia del ejecutivo, elaboren la ley y el reglamento, que se forme el Consejo Regulador del Servicio de Taxis para que todo sea parejo, que se les den las prestaciones de ley a sus trabajadores, porque este sector es víctima del sistema económico neoliberal que aplica el libre mercado vía TLC. Estoy consciente de que el inicio de entrega de permisos se hace como siempre, a principio de campaña pero es indicado sugerir que este tema se refresque, queda mucho por hacer. Recordamos que la postura de Movimiento Ciudadano, representado en ese entonces por Ismael del Toro, hizo propuestas a favor de los choferes y los propietarios de los taxis amarillos pero, al final la ley salió, como lo reconoce el Sr. gobernador, privilegiando a UBER.

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