CARTA ABIERTA A CESAR COLL.
Por: B. Manuel Villagómez Rodríguez.

Enterado que el Ing. César Luis Coll Carabias está por inaugurar el nuevo puente de Arcediano en el próximo enero, es oportuno recordarle en vísperas de su retiro como ingrato servidor público que, como Presidente Municipal de Guadalajara declaró el 5 de Julio de 1997, a la Barranca de Oblatos Huentitán, correspondiente al polígono de Guadalajara, como Zona de Conservación Ecológica, de la misma manera, dejó la propuesta de implementación y financiamiento para que se instrumentara en la siguiente administración, marcando un plazo de 3 años, por lo que Francisco Ramírez Acuña lo firmó y le dio continuidad, correspondiéndole a Héctor Pérez Plazola en su calidad de Presidente Municipal interino publicar dicho plan en la Gaceta Municipal del 7 de Marzo de 2001 -por cierto, en esta gaceta queda un agradecimiento a Ramírez Acuña, Héctor Pérez Plazola y a un grupo de biólogos entre los que está Martha M. Jiménez Romo-.
Afirmo que en estos últimos 6 años, Coll demostró su ingratitud a la Barranca, al traicionar su propia firma y su emotivo discurso que dijera el 5 de julio de 1997, en el que expresó con gran emoción su amor por la Barranca, su hermosura, su puente y sus bondades del aire puro que envía a Guadalajara. Coll hoy conoce la otra cara de la Barranca, la cara de una zona destruida como si hubiera sido bombardeada por un militar fascista, con graves daños a su entorno ecológico, con un puente construido fuera totalmente de los estudios que la CEAS firmó con la Arq. Liza Noemí Tapia, a quien le pagó 114,281 mil pesos, y que en 2005 Enrique Dau, Director de la CEAS, firmó el convenio con el INAH para que supervisara la obra y le pagó 257mil pesos a la misma Arq. Tapia. En 2006 Dau contrató a la empresa D’Concrefocc, S.A. de C.V. por 13 millones de pesos para que se reconstruyera piedra por piedra y en 2007 le toca a César Coll acabar con la belleza de la Barranca y terminar de mal construir el puente; ahora sabemos que el trabajo que se hizo no concuerda con el convenio original y que el Ing. Coll cargará en su conciencia haber destruido un monumento nacional, también le recordamos que es la única persona en el mundo que se atrevió a derrumbarle un templo a la Virgen de Guadalupe que estaba junto al puente de Arcediano, Templo y Virgen que llevan en su corazón las personas que aún viven y que habitaron en esa comunidad, los que un día estuvieron cara a cara en el despacho de César Coll apoyándolo tras su declaratoria a favor de la Barranca.

Hoy, Coll recordará esos rostros agradeciéndole al presidente su apoyo a la Barranca pero ahora, los que fueron rostros alegres se tornan apesadumbrados y le recuerdan a Coll otra cosa muy diferente, porque releyendo la Gaceta Municipal que, por cierto es un deleite ya que en ella viene incluso el Reglamento General del Área Protegida de la Barranca y todo lo que tiene qué hacer el Ayuntamiento de Guadalajara a través de la Dirección de Ecología en los programas de manejo de medio ambiente en la Barranca, así como el Programa de Cooperación Científica con los Municipios de Tonalá, Zapopan, Ixtlahuacán del Río, San Cristóbal de la Barranca, el INAH, CFE, SIAPA, COESE, SEMARNAT, PROFEPA, SEDER, SEDEUR, SEP, DIF, SSA UDG, ITESO, CIATEG, en fin, Coll hizo una declaratoria con todas las de la Ley y el mismo la sepultó. ¡QUÉ GRAN TRAICIÓN!

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