LA CORRUPCIÓN DE EMILIO GONZÁLEZ Y COLL CARABIAS.


Por: B. Manuel Villagómez Rodríguez.
Al Maestro Pedro Vázquez G. (+)

El contrato de concesión para construir el acueducto Zapotillo-León y Zapotillo-Los Altos que fue firmado por Raúl Antonio Iglesias Benítez, quien después saldría de la CONAGUA por actos de corrupción, prevé una inversión por 7,073,281,875, dinero del cual los ciudadanos ponemos el 49% a través de la CONAGUA y a fondo perdido, las empresas que firmaron este contrato son: Abengoa México, S.A. de C.V., Abeinsa Infraestructuras Medio Ambiente, S.A. Sociedad Unipersonal y Abeinsa, Ingeniería y Construcción Industrial, S.A. y todas con una sola firma, la de Manuel Salas Flores. La concesión que otorgó Antonio Iglesias es por 25 años y lógicamente, que se olvidó completamente de construir un acueducto para traerle agua a Guadalajara, aquí demostramos una vez más que el proyecto del Zapotillo que elaboraron Ramírez Acuña y Enrique Dau fue exclusivamente para enviarle agua a León y parte muy pequeña a Los Altos de Jalisco. En este contrato hay una referencia y es cuando dice: el 16 de octubre de 2007 se celebró el Convenio de Coordinación entre el Ejecutivo Federal a través de la SEMARNAT por conducto de la CONAGUA con Guanajuato y Jalisco para llevar a cabo un programa especial para su estudio, proyecto, construcción y operación del sistema Presa y Acueducto El Zapotillo “a través de la elevación de la cortina de la presa, regular las aguas para la ZCG partiendo de la construcción y operación de la infraestructura hidráulica del Río Verde en el sitio el Zapotillo”, aquí hay una coincidencia con el acuerdo que para los mismo fines firmó Emilio González y Coll Carabias el 17 de octubre de 2007. Esta cadena de corruptelas es muy cara porque el acuerdo de Emilio González ya fue anulado por la SCJN en noviembre de 2015, más sin embargo, Abengoa apegándose al contrato específico para la construcción de la presa, ha recurrido también al Poder Judicial reclamando que se le respeten los derechos que le entregó Emilio González a estas empresas españolas. En el contrato del acueducto, dan cuenta de una serie de acuerdos y negociaciones de empresas que se constituyeron al vapor, de un día para otro y, de esta manera, Abengoa que es la empresa que está vendiendo estos bonos fraudulentos como los que ha comprado IPEJAL que preside Francisco Ayón, se está quedando con el dinero de los servidores públicos de Jalisco, porque desde sus pasillos ha salido la amenaza del chantaje afirmando que, si se les cae el negocio, no le van a pagar a IPEJAL y que serán los trabajadores quienes salgan más perjudicados. Estos contratos son completamente leoninos porque de su lectura uno concluye que hay un desequilibrio a favor del concesionario y que el gobierno solito se ata de manos ya que vemos que Antonio Iglesias firma por la CONAGUA el contrato para construir la presa y también firma el contrato para el acueducto desde un puesto segundón como es el de presidir el Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico y no existe la firma del Director General de la CONAGUA y menos la de SEMARNAT. Otro funcionario que también ha sido requerido por la autoridad, suponiendo actos de corrupción ha sido Coll Carabias, misma causa por la que tuvo que renunciar Elías Chedid. Este problema lo puede resolver el Presidente Municipal de Guadalajara Enrique Alfaro cuando decida reclamar el agua que le corresponde a Guadalajara interponiendo una Controversia Constitucional contra el Acuerdo del 1 de Septiembre de 2005, acuerdo que Ramírez Acuña y Enrique Dau no pasaron por el Congreso y sí le quitaron en este acuerdo el agua a Guadalajara, razón por la cual insistimos en que el Presidente Municipal puede y debe reclamar el agua que tiene reservada en el Río Verde la ciudad de Guadalajara.