EL AMOR A LA TIERRA DE LOS ALTEÑOS Y LA PRESA DEL ZAPOTILLO.


EL AMOR A LA TIERRA DE LOS ALTEÑOS Y LA PRESA DEL ZAPOTILLO.
Por Manuel Villagómez Rodriguez.

Con el Oficio CJ/13/2005 del día 24 de Mayo de 2005 el ex Gobernador y ahora Diputado Federal Lic. Francisco Javier Ramírez Acuña y el Ing. Enrique Dau Flores ex Director de la Comisión Estatal del Agua y Saneamiento (CEAS) y ahora asesor del Maestro Jorge Aristóteles Sandoval para los asuntos del SIAPA -pobre SIAPA- convirtieron al Estado de Jalisco en enemigo férreo de las mujeres, hombres, jóvenes y niños de los Altos de Jalisco por su idiota propuesta de construir una presa en el ejido del Zapotillo, en Cañadas de Obregón en colindancia con Yahualica. Con esta mentecatería, estas dos personas pasan a la historia como traidores por redactar un documento con falacias, incongruencia e irracionalmente contradictorio, falto de sentido común y humanamente incomprensible; porque esta IDIOTEZ (si con mayúsculas) es jurada ante el becerro de oro por Emilio González, César Coll Carabias del Gobierno del Estado y Antonio Iglesias Benítez de la CONAGUA quienes son ahora los ejecutores de esta monumental traición a los Altos de Jalisco, pero la violencia que ejerce el estado en contra de los dueños de 4,500 hectáreas de terreno, de sus casas, Templos, Santos y panteones tiene que ser vencida por la razón o por la vía radical que es la manifestación pacífica tal y como se echó abajo el proyecto de la Presa de San Nicolás y la de Arcediano.

La tierra de los Altos de Jalisco hoy es defendida por su pobladores que la aman, la trabajan con cariño, es tierra que ya defendieron sus tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y sus padres, es tierra que a dado pan y sustento por centurias de años, cultivada con el sudor de su frente; antier con yuntas, ayer con mulas, hoy con maquinaria y jagüeyes para darle agua al ganado productor de leche; estas actividades productivas que le dan vida e identidad a los Altos de Jalisco jamás van a desaparecer de esas 4,500 hectáreas; su valor no es metálico, su valor esta en el sentimiento, la fe y la esperanza que sus dueños sienten por esa tierra de color rojo, gris o negro, que han tocado con sus manos, disfrutando de la siembra de sus árboles añosos como sus abuelos. Para los alteños, es tierra Santa, ahí está el espíritu de San Juan Bautista, advirtiéndoles a los idiotas que, esa tierra Dios la puso en manos de hombres de bien, herederos de los Santos Mártires, merecedores del Templo que les construye el Cardenal Juan Sandoval -alteño de cepa- Santos que están con las familias alteñas, que el estado debe de respetar y no criminalizarlos por defender su patrimonio, como lo está demostrando al intimidar, agredir con falacias, sembrar el miedo, el temor, desintegrar familias -me consta-, comprar dictámenes del INAH y mercadear acuerdos de jueces, imponerse a ciudadanos con el argumento de ¡soy estado y tú no puedes hacer nada contra mí! -me consta- y todo, para debilitar su ánimo, violentando sus garantías constitucionales, derechos humanos todo en un ámbito de corrupción prohijada, inducida, financiada desde Palacio de Gobierno, lo que demuestra que, con el dinero que le damos al Gobernador, con ese mismo dinero está madreando a nuestros hermanos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo y, por cierto Sr. Gobernador, los muertos que vos matáis, siguen gozando de cabal salud, dado que han existido fallecimientos de personas en Temaca por depresión e impotencia ante el Sr. Gobernador.

Señor Gobernador Emilio González, usted es alteño, católico y llegó al puesto con el voto de su gente alteña, ¿porqué ahora los traiciona negándose a sí mismo como católico, al decidir don frialdad Hitleriana comprar las tierras, las casas y hacer cenizas infernales las Vírgenes y los Santos que tienen los templos que va a derribar? Para sus paisanos de los Altos, su tierra es su Patria, su República y su familia, en todo usted tiene la obligación de poner al estado de derecho a su favor, ser el defensor jurídico, político, social y económico de esas 4,500 hectáreas de terreno. La tierra es la madre productiva, además de afectiva de los Altos de Jalisco.

El Estado, Señor Emilio, nació para dar seguridad en defensa del pueblo y usted, de manera dictatorial, monárquica, antidemocrática y antirrepublicana la está usando como rey soberano en contra de lo más sagrado que tienen los alteños, su modus vivendi porque, la Presa El Zapotillo nunca va a retribuirle a los Altos de Jalisco el valor de sus tierras pues reitero, para ellos no tiene precio metálico pero, Usted insiste en desarraigarlos despóticamente y, sepa usted que, donde el gobernante acaba con la Ley, ahí empieza la tiranía y, haciendo uso de su libertad, los dueños de terrenos y casas tienen el derecho Constitucional de continuar su defensa ante usted, el Gobierno Federal y los tribunales internacionales en este caso de El Zapotillo.

La propiedad de la tierra alteña, se lleva con señorío, se defiende con gallardía, se besa, se respeta; perderla es como perder la honra; entregarle 4,500 hectáreas de casas y templos a la familia Hank Rhon y socios peninsulares para que las inunden y cobren durante 30 años mil veces el valor actual es, para su dueños humillante y ver cómo con dinero del pueblo se les arrebatan sus tierras para que otro haga dinero con el agua, esto es vivir vendidos, emigrados fuera de su terruño, sabiéndose desterrados por un Gobernador que en campaña se peleó con el Ing. Enrique Dau pero, en cuanto llegó al poder, siguió al pié de la letra todo su programa de traición a los Altos y de entrega de agua a Guanajuato y, la prueba la dio con su firma del 17 de Octubre del 2007 cuando decidió que la cortina del Zapotillo se elevara 105 metros de altura para inundar las 4,500 hectáreas que ahora está comprando a un precio ridículo además, amenaza con el petate del muerto cuando afirma que si no se las venden a precio regalado, va a promover un decreto expropiatorio y los va a dejar sin miel y sin jícara. Ante este cuadro, señor Gobernador, no se promueva más para Presidente echándoles tierra a los ojos de la gente alteña; el debate es de frente, no le de más vueltas, el grito cristero ahí está; “tierras de los Altos de Jalisco, región de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, Virgencitas de los Remedios y de los Milagros, Niño de Flamacordis, no vamos a permitir que nadie los toque, que Dios nos proteja y que Viva Cristo Rey”.

Todas estas reacciones opositoras, varoniles, honorables, señoriales y gallardas, tienen como fondo, además del hecho cierto de que Emilio Gobernador y César Coll nunca les pidieron su anuencia para elevar la cortina a 105 metros de altura, ni les avisaron que les iban a inundar sus tierras, tampoco lo hicieron Francisco Ramírez Acuña y Enrique Dau, ellos obedeciendo al becerro de oro, tomaron la decisión en reuniones de alcoba antes los pomos de champaña, coñac y tequila y, luego se les echaron encima con toda la fuerza del estado, dejándolos sin opinar, con acciones de gobierno, dictatoriales, monárquicas, absolutistas, sin darles el derecho Constitucional para defender su patrimonio e identidad, por fortuna, en los Altos ya están en pié de lucha, las adelitas de Temaca y los emilianos zapata de Acasico.

Señor Gobernador, ya tiene poco tiempo para rectificar y cancelar este ignominioso proyecto de El Zapotillo en que ha caído; los Diputados Locales, Federales y Senadores, tienen la obligación de sobre ponerse a esta mafia hidráulica que llegó a Jalisco con Francisco Ramírez Acuña y Enrique Dau Flores y defender al pueblo que representan antes de que, en los Altos de Jalisco vuelvan a brillar las 30 – 30 del movimiento cristero por el amor a la tierra de los alteños. Usted revise el Oficio CJ/13/2005 y se va a encontrar las razones por las que su antecesor canceló el proyecto de San Nicolás y va a ver que son las mismas, solamente que en grado superlativo del porqué usted debe cancelar El Zapotillo.

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